Bioconstrucción y economía circular: el futuro de la edificación
La actualidad del hoy, marcada por el cambio climático y la búsqueda de soluciones sostenibles, la edificación y la bioconstrucción se presentan como un terreno fértil para la transformación. La pandemia de la COVID-19 desencadenó una serie de desafíos globales que requieren una respuesta contundente. Europa, en particular, ha trazado una hoja de ruta para guiar sus pasos hacia una recuperación que abrace la modernización económica, la sostenibilidad y la resiliencia, y en esta travesía, la construcción de edificios se encuentra en el epicentro de la transformación.
¿qué es la construcción sostenible?
La construcción de edificios, durante mucho tiempo, ha sido un pilar fundamental de la economía y el progreso humano. Sin embargo, esta actividad también ha sido un importante contribuyente a la crisis climática y ambiental que enfrentamos hoy en día. La producción de materiales de construcción, el consumo de energía en la edificación y la generación de residuos han dejado una huella significativa en nuestro planeta.
En este contexto, la bioconstrucción y la economía circular emergen como dos conceptos clave que están remodelando la forma en que concebimos y construimos nuestros hogares y lugares de trabajo. Si bien estos términos pueden parecer modernos, sus raíces se extienden mucho más allá de la actualidad.
bioconstrucción: más allá de los materiales
A menudo, se asocia la bioconstrucción con la construcción de casas ecológicas utilizando materiales naturales y sostenibles. Sin embargo, la bioconstrucción es un concepto más amplio y profundo. Su objetivo principal es crear espacios que promuevan la salud, el bienestar y la armonía entre las personas y el medio ambiente.
La bioconstrucción considera una serie de principios esenciales:
Integración en el medio ambiente: los edificios deben integrarse de manera armoniosa en su entorno, respetando la naturaleza circundante y su paisaje.
Uso responsable de la energía: la eficiencia energética es un pilar fundamental, utilizando sistemas de energía compatibles con la biología humana y estrategias de diseño bioclimático para maximizar el uso de energías renovables y la luz natural.
Uso eficiente del agua: impulsa la recolección, el almacenamiento y la reutilización del agua de lluvia, minimizando así el desperdicio de este recurso vital.
Calidad del ambiente interior: se presta especial atención a factores como la calidad del aire interior, la acústica, la iluminación natural y la reducción de fuentes de contaminación que puedan afectar la salud de las personas.
Materiales sostenibles: la elección de materiales se basa en su impacto ambiental, priorizando aquellos que sean naturales, renovables y de bajo impacto. También se fomenta la utilización de materiales reciclados y reciclables.
La bioconstrucción, por tanto, es una filosofía que busca crear entornos habitables que no solo sean respetuosos con el medio ambiente, sino que también mejoren la calidad de vida de las personas que los ocupan.
economía circular en el sector construcción
La economía circular es la antítesis del modelo económico lineal de “usar y tirar“. Se fundamenta en la idea de producir bienes y servicios utilizando la menor cantidad de recursos posible y extendiendo su vida útil a través de la prevención, la reutilización, la reparación y el reciclaje.
En el contexto de la construcción, la economía circular se traduce en un enfoque holístico que aborda la gestión de materiales de manera sostenible. Cada material utilizado en la construcción de un edificio debe ser considerado no solo por su desempeño técnico, sino también por su impacto ambiental durante su ciclo de vida completo.
Una herramienta clave en la economía circular aplicada a la construcción es el “Material Passport” o pasaporte de materiales. Este concepto revolucionario transforma los edificios en bancos de materiales, donde cada componente y material es catalogado, monitorizado y, más importante aún, diseñado para ser desmontable y reutilizable.
Cuando un edificio llega al final de su vida útil, en lugar de ser demolido y enviado a un vertedero, se desmonta cuidadosamente, y sus materiales se incorporan a otros proyectos de construcción, creando así un ciclo continuo de reutilización y reciclaje. Además, el Material Passport proporciona información detallada sobre cómo extraer y recuperar estos materiales, incluso estimando su valor económico.
¿qué es el Cradle to Cradle?
El concepto “Cradle to Cradle” (de la cuna a la cuna) ha ganado prominencia en la economía circular. Propuesto por los arquitectos William McDonough y Michael Braungart, este enfoque va más allá de la mera reducción de residuos al final de la vida útil de un producto. Busca diseñar productos desde su concepción de manera que sean seguros y saludables tanto para las personas como para el medio ambiente, y que puedan ser completamente reciclados o reutilizados al final de su vida útil.
El Instituto Cradle to Cradle ha establecido un programa de certificación que evalúa los productos en función de criterios rigurosos relacionados con la circularidad. Esta certificación ofrece a los consumidores transparencia sobre la sostenibilidad de los productos que compran y a los fabricantes una hoja de ruta para mejorar la circularidad de sus productos. Los niveles de certificación van desde “básico” hasta “platino”, brindando una amplia gama de opciones sostenibles.
Nuestra relación con el entorno construido es más profunda de lo que solemos imaginar. Pasamos la mayoría de nuestras vidas en espacios interiores, y la calidad de esos espacios tiene un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. La bioconstrucción emerge como una respuesta para crear entornos más saludables y armoniosos.